¿TIENE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER UN ORIGEN INFECCIOSO?
Numerosos datos epidemiológicos y experimentales apuntan a que infecciones crónicas bacterianas y/o víricas constituyen un posible factor de riesgo para las enfermedades neurodegenerativas, entre ellas la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la Esclerosis Lateral Amiotrófica. Las infecciones del Sistema Nervioso Central, especialmente las caracterizadas por un curso crónico progresivo pueden producir múltiples lesiones en las células infectadas y en las células vecinas. Por un lado, porque generan una respuesta inmune e inflamatoria, y, por otro, porque pueden ejercer una acciónneurotóxica y producir cambios neurodegenerativos, que conducen a la muerte neuronal. La acción microbiana actuaría sinérgicamente con otros factores de riesgo como la edad, enfermedades metabólicas concomitantes y marcadores genéticos del huésped. Enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Huntington y la Esclerosis Lateral Amiotrófica, se caracterizan por una progresiva degeneración y pérdida de determinados grupos neuronales que conducen al deterioro de las funciones cerebrales como la cognición y el control locomotor. Aunque estas enfermedades tienen manifestaciones clínicas diferentes, dependiendo en parte de la región cerebral que afecten, comparten algunas características y cambios neuropatológicos como la formación y depósito de proteínas anómalas, aumento del stress oxidativo, procesos autofágicos* deficientes, sinaptopatías y muerte neuronal. El estudio pionero en este campo de la investigación fue el de Bowery, que mostró los efectos neurodegenerativos producidos por la toxina del tétanos en las ratas. A partir de aquí existe mucha literatura científica que sugiere que las infecciones del SNC pueden representar un cofactor en la inducción de las enfermedades neurodegenerativas.
barrera hematoencefálica (BHE) (link), así como el aumento del stress oxidativo y disminución de la producción energética asociados a la edad. La neuronas más viejas son más vulnerables a diferentes insultos como la toxicidad de los virus o priones, debido a el aumento del stress oxidativo y deterioro de los procesos neurotróficos. En este sentido, es importante destacar que el cerebro es particularmente vulnerable a agentes infecciosos durante el envejecimiento, a costa de alteraciones en la
¿Qué son los priones? Prion: siglas de "proteinaceous infectious particle"o partícula infecciosa proteinácea. Los priones son proteínas que sin ser virus tienen también características patógenas e infecciosas. Los priones no son organismos vivos, son sólo proteínas sin ácido nucleico. La forma de actuar un prion es provocar un cambio de configuración o de estructura en una proteína natural de la células, la PrPc, alterando su funcionalidad y dando lugar a la proteína de configuración alterada PrPSc. Tienen la capacidad de ir provocando progresivamente estos cambios en las células vecinas a modo de reacción en cadena. Los priones más conocidos son los que afectan al Sistema Nervioso Central causando encefalopatías. Es el caso del prion causante del "mal de las vacas locas" o Encefalopatía Espongiforme Bovina. El equivalente en el hombre es la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que es una enfermedad que provoca la degeneración progresiva de las neuronas y una demencia rápidamente evolutiva llevando a la muerte del paciente en menos de 1 año.
Rutas de entrada de los agentes infecciosos en el SNC Los virus, las bacterias, protozoos y otros patógenos como los priones tienen la habilidad de invadir el SNC y causar infecciones agudas, en algunos casos fatales, o convertirse en enfermedades crónicas. En pacientes inmunocompetentes, con una BHE completamente funcional, pocos patógenos son capaces de infectar el cerebro por vía hematógena. Además la barrera HE y el Líquido cefaloraquídeo (LCR) (link) previenen la difusión no selectiva de compuestos sanguíneos o celulares. Sin embargo, algunos patógenos son capaces de atravesar la BHE, penetrar en el LCR a través de los capilares porosos del plexo coroideo y entrar en el cerebro. Otras posibles rutas de entrada son:
El sistema olfatorio proporciona un puente entre el medio ambiente y el cerebro. Es conocido que otros virus neurotrópicos como el virus de la rabia, influenza A, parainfluenza, infectan el SNC por transmisión a través de las vías olfatorias. Sin embargo también se ha hipotetizado que pueden alcanzar el SNC a través de otros nervios craneales, incluido el nervio vago y el nervio trigémino. Estos nervios tienen prolongaciones que inervan órganos viscerales como el epitelio olfatorio (nervio olfatorio-PC I), mucosa orofacial (nervio trigémino-PC V) y sistema digestivo (nervio vago-PC X). De acuerdo con esto, se ha hallado al virus en las regiones inervadas por estos nervios tras infecciones a través de rutas intransales de modelos animales. Sin embargo, la evidencia de que la cepa A/WSN/33 de influenza tiene afinidad por la sustancia negra,una población neuronal sin conexiones directas con los nervios craneales, sugiere que deben estar implicadas otras rutas de invasión. Caben diferentes hipótesis : invasión a través de las células ependimales que cubren los ventículos (serían vertidas al LCR), a través de la extravasación de capilares que penetran en el cerebro, invasión directa del SNC por disrupción de la BHE. Tras penetrar en el SNC los virus promueven la diseminación célula a célula mediante diferentes mecanismos, p.e. vertido a la hendidura sináptica o mediante fenómenos de fusión con neuronas vecinas. Es pues evidente que existen muy elevadas posibilidades de que un agente infeccioso sea el responsable de desencadenar todos los cambios anatomopatológicos en el sistema nervioso que conducen a las enfermedades neurodegenerativas. La pregunta que uno se plantea cuando ha leído esta información es ¿Cómo puedo evitar que el agente infeccioso en cuestión llegue al Sistema Nervioso? Pues, como en cualquier infección, nuestros esfuerzos deben ir dirigidos a cuidar nuestro sistema inmune tanto local (mucosas, piel, intestino) como general. Es aquí donde juega un papel fundamental la nutrición y la microbiota (link).
*Autofagia: es el mecanismo de degradación y reciclaje de proteínas superfluas o lesionadas así como organelas enteras que tiene lugar sobre todo, en células bajo stress metabólico para proporcionarles energía. Este mecanismo es pues esencial para promover la salud y longevidad mediante la regulación de la supervivencia celular, desarrollo, diferenciación y homeostasis, así como para defender a las células de intrusos infecciosos.
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